CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO

CRONICAS BAHIANAS - 264

El ping pong mundial y los aranceles

Sigue el juego, mañana (01/08) se cumple el plazo para el Brasil, que como ya registramos rechazó el ultimátum; sigue el eco de las declaraciones del presidente Lula: "Lo que no puede hacer Trump es pensar que fue elegido para ser el sheriff del mundo, fue elegido para ser presidente de los Estados Unidos, puede hacer lo que quiera dentro de los Estados Unidos. Aquí en Brasil las decisiones las tomamos los brasileños"; y redondeó: "Brasil es un país en el que todo se resuelve con una conversación. No tenga dudas de que intentaremos negociar. Pero si no hay negociación, se aplicará la Ley de Reciprocidad. Si él nos cobra el 50 por ciento, nosotros le cobraremos el 50 por ciento a él"; bueno, hasta ahora los intentos de negociación están en ese pie: intentos.

Pero la artillería arancelaria de Trump esta suelta, de hecho, ha lanzado muchos ataques frontales contra países, organizaciones multilaterales y el derecho internacional, uno de esos movimientos es el plazo a Rusia para aceptar el cesar fuego propuesto (por él) en Ucrania: 50 días que si no son cumplidas aplicará 100% de aranceles a los productos rusos; se conoce que un senador republicano (partido de Trump) pide 500%.

Gracias a un levantamiento del periodista Ben Norton, se puede verificar que esta conducta no es nueva en la política de Estados Unidos, presidentes demócratas y republicanos han usado este expediente y otros más pesados contra cualquier intento de multilateralismo; a pesar que los principales medios de comunicación corporativos repiten que el gobierno de Estados Unidos apoyó el multilateralismo y el derecho internacional hasta que llegó Trump y lo destruyó todo, la realidad muestra que esto es completamente falso, ahistórico y absurdo. Siguen algunos de los casos más relevantes.

Ronald Reagan (republicano)  en 1983-84, retiró a Estados Unidos de la UNESCO argumentando que era "colectivista", discutía propuestas de desarme (léase: paz) y consideraba el Nuevo Orden Económico Internacional exigido por los países anteriormente colonizados del Sur Global, también atacó a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el programa ambiental de las Naciones Unidas, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y la Unión Internacional de Telecomunicaciones, según informó el New York Times en ese momento.

George W. Bush (republicano) firmó la Ley de Invasión de La Haya en 2002, amenazando con intervenir militarmente si La Haya juzgaba a funcionarios estadounidenses o sus aliados, en el mismo año, también retiró Estados Unidos del tratado que establece la Corte Penal Internacional (CPI), también se desligó del tratado internacional sobre el cambio climático en 2001, luego invadió Irak en una guerra criminal de agresión, que el secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo que violaba claramente el derecho internacional. Un millón de iraquíes murieron debido a esta guerra imperial ilegal.

Y sigue Barak Obama (demócrata), que en el inicio de su mandato recibió el premio Nobel de la Paz, comenzó recortando los fondos estadounidenses a la UNESCO en 2011 después de que el organismo de la ONU votara para admitir a Palestina, en 2016 firmó el mayor acuerdo de ayuda militar de Estados Unidos al régimen colonial israelí en la historia, por un valor de 38.000 millones de dólares y, como corresponde a un Nobel de la Paz, libró las guerras en Siria, Libia y Yemen, sin mencionar sus guerras de aviones no tripulados en Pakistán y Somalia y su continuación de la ocupación militar estadounidense de Afganistán.

Lo siguió Trump 01 (republicano), en 2018 Trump retiró a Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU (CDHNU), atacó a la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA) y anunció que había recortado los fondos estadounidenses tanto a la UNRWA como al CDH de la ONU, retiró Estados Unidos del acuerdo nuclear iraní, que había sido negociado con Obama, estuvo envuelto en el asesinato del general iraní Soleimani y retiro Estados Unidos de la UNESCO (2017).

Joe Biden (democrata) en 2021 hizo que Estados Unidos se reincorporara al Consejo de Derechos Humanos de la ONU. su secretario de Estado, Antony Blinken, insistió en que Washington estaba defendiendo el llamado "orden internacional basado en reglas", en 2023, la administración Biden incluso se reincorporó a la UNESCO, a pesar de que este fue el mismo año en que el gobierno de Estados Unidos patrocinó un genocidio en Gaza, inundó a Israel con $ 18 mil millones en ayuda militar y vetó unilateralmente numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que pedían un alto el fuego.

Ahora es la oportunidad de Trump 02 y, si se observa con atención, la actuación de este presidente está en línea con la de sus antecesores, se diferencia por su estilo alharaquiento y matonesco, pero solo eso. Por ejemplo, cuando la Casa Blanca de Trump impuso sanciones a la CPI en febrero de 2025, citó la Ley de Invasión de La Haya de la era Bush (oficialmente llamada Ley de Protección Militar de Estados Unidos) para justificar una acción agresiva.

Lo último es su declaración del lunes 28 (infobae), que tiene la intención de acortar el plazo de 50 días que le dio al presidente ruso, Vladimir Putin, para llegar a un acuerdo que ponga fin a la guerra de tres años en Ucrania, después de que Rusia continuara bombardeando ciudades ucranianas; dijo que ahora le daría a Putin entre 10 y 12 días a partir del lunes, lo que significa que quiere que el cesar fuego avancen entre el 7 y el 9 de agosto. “Estoy decepcionado con el presidente Putin”, declaró.

Un punto importante frente a las declaraciones de Trump es intentar visualizar qué o cual tema es el que está por detrás, es decir, la causa verdadera. En el caso de los aranceles al Brasil se puede vislumbrar hasta tres posibles causas de mayor importancia que la alegada disparidad histórica de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y el Brasil, que funcionan de acuerdo al Acuerdo de Cooperación Económica y Comercial (ATEC) de 2020; las verdaderas motivaciones tienen que ver con los BRICS, donde Brasil es socio fundador, la defensa de las Big Techs norteamericanas como X, Amazon, Google y otras, el favorecimiento a especuladores privilegiados y, de paso, proteger a sus aliados de la extrema derecha brasileña, lo que incluye al enjuiciado Bolsonaro.

En el caso de Rusia la situación es semejante, pero más grave; porque esa guerra nunca fue entre Rusia y Ucrania sino entre la OTAN (de la cual hace parte Estados Unidos) y Rusia, no comenzó el 24 de febrero de 2022 sino en 2014 y tenia los acuerdos de Minsk como instrumentos no solo de cesar fuego sino de camino a la paz; esto fue reconocido por el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, cuando el 6 de marzo de este año, en una entrevista a Fox News, declaró:  “Francamente, es una guerra ‘proxy’ entre potencias nucleares, Estados Unidos, que ayuda a Ucrania, y Rusia, y debe llegar a su fin”.

Es posible aproximar, con base en la observación, que el real motivo de esa cortina de humo de 100 o 500 o quien sabe cuánto por ciento de aranceles contra Rusia es para cubrir los esfuerzos para administrar los problemas internos en Estados Unidos, entre los que destaca la desindustrialización norteamericana con sus impactos en el empleo productivo, el debilitamiento del dólar como moneda de intercambio universal, las movilizaciones internas en contra del gobierno, el empobrecimiento de la clase media y otros procesos que sería largo abordar en una crónica; es decir, los problemas de Trump son más graves internamente que en el frente exterior, pero ambas esferas están íntimamente interligadas.

Hasta breve,

Jesús Enrique Tinoco Gómez

Salvador, 30 de julio de 2025.